La Red Itinerante Amazónica reflexiona en su quehacer, las vulnerabilidades y el cuidado del territorio

Durante la celebración del I encuentro virtual ampliado de la Red Itinerante Amazónica, los misioneros, religiosos y laicos, miembros de los diferentes equipos itinerantes que realizan un trabajo profundo con los pueblos de la Panamazonía establecen esa necesidad de cuidado entre seres humanos y territorio que aún debe prevalecer.

Por: equipo de comunicaciones de REPAM

Una de las actividades que destaca el proceso de la Red Itinerante Amazónica es el compartir de experiencias que realizan los distintos equipos que conforman la red en sus espacios de encuentro. Vale recordar que la Red Itinerante es animada por la Confederación Latinoamericana de Religiosos y Religiosas (CLAR) y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), lo que le permite tener una identidad y forma de actuar guiada a fortalecer esa iglesia con rostro amazónico. En este primer encuentro virtual, la reflexión motivó el sentido de entrega que se hace en favor de la Panamazonía y sus pueblos.

Itinerancia, vulnerabilidad y cuidado

Como tema del espacio, la itinerancia, la vulnerabilidad y el cuidado no son vistos como simples conceptos, sino que se convierten en formas de guiar los procesos de los distintos equipos itinerantes. En este espacio, destacó la participación de Susana Rocca, psicóloga y misionera de Cristo Resucitado con un amplio trabajo guiado a la vida pastoral y al acompañamiento de jóvenes y familias. Durante su intervención, Susana Rocca destacó que el tema vulnerabilidad y cuidado es parte de su propia vida.

La vulnerabilidad debe ser abrazada en el marco del camino sinodal. Persiste así, el compromiso de vivir una sinodalidad vulnerable, a través del servicio como líder, animando dentro de la comunidad junto con el pueblo de Dios. El cuidado y el sentido de promover la confianza es fundamental para fortalecer a los equipos itinerantes. Así, la vulnerabilidad vista como un mecanismo que nos permite caminar en búsqueda de un cambio constante que vaya de la mano con la realidad panamazónica; a ello, se suman capacidades como la confianza, la empatía y la escucha, que dan cuenta que “abrazar la vulnerabilidad significa trabajar en procesos reales”.

A través de la intervención de Susana Rocca en el espacio virtual se ha exaltado que es necesario “promover la sacralidad de todo lo creado y la mutua interdependencia entre las criaturas”, pues nos entendemos como seres vulnerables y cuidadosos. Así, se da la pauta y la relación transversal entre la misión itinerante, la acogida de las vulnerabilidades y las formas en que estas mismas nos hacen más humanos, más cuidadosos y con mejores relaciones interpersonales. Entender esta relación lleva a construir procesos serios que promueven el cuidado de la vida misma.

Experiencia de la misión itinerante

Durante el desarrollo del encuentro, se resaltó también la intervención de la hermana Lizete Soares da Cunha, misionera de la parroquia de Islandia, en la jurisdicción del Vicariato de San José del Amazonas en Perú. Ella resaltó el valor de la misión en su territorio: la defensa de la vida. Y es que, la zona donde se ubica la experiencia de la Hna. Lizete Soares es la triple frontera Brasil-Colombia-Perú, un territorio ancestral que ha sido inundado de graves problemas como el narcotráfico, la trata de personas y la inseguridad alimentaria. Eso sí, se ha resaltado que la persistencia de vulnerabilidades va acompañada con muchas señales de esperanza.

Aunque persisten la pobreza, la vulneración de derechos y el olvido de los estados, no se dejan de lado los trabajos en ecología integral y aquellas guiadas a la lucha por los derechos. La hermana Lizete Soares ha resaltado el acompañamiento que se hace con los pueblos Magüta-Tikuna, desde el apoyo de la cooperación internacional y con el impulso de los misioneros que conviven en este territorio tan golpeado por distintas problemáticas sociales.

De esa forma, se estructura el sentido de hablar de una itinerancia desde la vulnerabilidad, reconociendo cada uno de los escenarios que se puedan presentar en los diferentes lugares de la Panamazonía y que nos lleve a generar una serie de dinámicas que promuevan valores, amor por la vida y el cuidado completo del territorio, los pueblos que lo habitan y la gran biodiversidad que persiste en nuestra Casa Común.