El Sínodo Amazónico busca responder al llamado del papa Francisco de buscar juntos nuevos caminos para la Iglesia en esta realidad con una trayectoria de casi cinco ciclos, aprendiendo también de sus pueblos y tradiciones elementos para una ecología integral (cf. Laudato Si, 137-162).
Este Sínodo está siendo una oportunidad para la construcción de una Iglesia Católica encarnada en la realidad amazónica, inculturada e intercultural, desde la sinodalidad, en su anhelo de ser una “Iglesia con rostro amazónico” (papa Francisco), ejerciendo su papel profético y donde todos tienen la oportunidad de participar.
Como todo Sínodo, está proyectado en tres etapas: la presinodal (preparación), la asamblea sinodal (reunión de los convocados) y la postsinodal (para animar y dar seguimiento a camino, poniendo en práctica las propuestas).