Obispos de la Amazonía inician encuentro con llamados a la sinodalidad y el cuidado de la Casa Común

En la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (CELAM) en Bogotá, se inauguró el Encuentro de Obispos de la Amazonía, con la participación de obispos, cardenales, religiosos, religiosas, laicos y representantes de pueblos originarios. La apertura fue un mosaico de llamados a la sinodalidad, al cuidado de los pueblos y de la Casa Común.

Por: Equipo de Comunicaciones

El acto comenzó con la presentación de quienes integran la presidencia de la Conferencia Eclesial de la Amazonía (CEAMA). La líder indígena Patricia Gualinga, del pueblo de Sarayaku; el laico Mauricio López, también vicepresidente, que expresó sus esperanzas: “El pueblo no es pueblo sin pastor, ni el pastor es pastor sin pueblo”, e invitó a los presentes a tener en mente a las comunidades que acompañan.

Por su parte, la hermana Laura Vicuña, catequista franciscana y vicepresidenta de la CEAMA señaló: “Los nuevos caminos de la Iglesia en la Amazonía pasan por la inculturación de la Buena Noticia”, y evocó a los pueblos originarios como “pueblos de antiguos perfumes que continúan perfumando el continente contra toda la desesperanza”.

Fortalecer la amistad en Jesús

El presidente de la CEAMA, cardenal Pedro Barreto, dio la bienvenida en nombre de la presidencia: “Somos llamados a convertir los signos de los tiempos en signos de esperanza. Somos peregrinos de esperanza en la Amazonía”. Recordó el camino iniciado con el Sínodo Amazónico y agradeció a las instituciones que apoyaron el encuentro, entre ellas el CELAM, la REPAM y el Arzobispado de Bogotá.

El vicepresidente de la CEAMA, monseñor Zenildo Lima, animó a los obispos a vivir este encuentro como fraternidad en Cristo: “Hemos sido llamados a una experiencia de encuentro entre nosotros para fortalecer nuestra amistad en Jesús”. Luego, el cardenal Leonardo Steiner, arzobispo de Manaos, expresó que, aunque no participó del Sínodo Amazónico, se ha sentido parte del proceso: “Una Iglesia que escuche a las comunidades, a los laicos y a la vida religiosa es la que soñamos”.

El reto es ser real y constitutivamente episcopal y sinodal

El prefecto del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, cardenal Michael Czerny, afirmó que la gestación de la CEAMA “ha sido un verdadero milagro”. Recordó que su carácter eclesial significa que participan no solo obispos, sino también “laicos, religiosos, pueblos originarios y expertos”. Añadió que el reto es ser “real y constitutivamente episcopal y sinodal”.

Enseguida, el secretario general del CELAM, Mons. Lizardo Estrada, dio la bienvenida en nombre del organismo continental a sus hermanos obispos. Y manifestó su deseo por “vivir estos días como una experiencia de conversión, colegialidad y sinodalidad”.

Saludos de organismos aliados

La hermana María Inés Castellano, secretaria general de la CLAR, expresó el compromiso de la vida consagrada: “Deseamos seguir escuchando los susurros del Espíritu en nuestra querida Amazonía”. El presidente de Cáritas de América Latina, monseñor Gustavo Rodríguez Vega, recordó: “El Papa tuvo la valentía de hacer resonar el mensaje de la Amazonía para toda la Iglesia”. Desde la REPAM, Mons. Rafael Cob animó a continuar soñando juntos: “Soñar juntos es más fácil hacer realidad los sueños”.

El presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Mons. Francisco Javier Múnera, expresó el compromiso de su país: “El tema de la Amazonía no es solo de los obispos de la región, sino de toda la Iglesia”, expresó. El presidente de la Conferencia Episcopal de Ecuador, cardenal Luis Cabrera, comparó el camino amazónico con el fruto de semillas pequeñas: “Estamos cosechando lo que se sembró”, y recordó el ejemplo de la salesiana María Troncatti, próxima a ser canonizada.

Iglesia con rostro Amazónico

El nuncio apostólico en Colombia, monseñor Paolo Rudelli, compartió el mensaje de Secretario de Estado de la Santa Sede​​ Parolin, donde manifestó el agradecimiento del Papa León XIV, e invitando a los obispos a integrar tres dimensiones inseparables en su misión: “La proclamación del Evangelio, el trato justo a los pueblos y el cuidado de la casa común”. El encuentro quedó inaugurado en un ambiente de sinodalidad. Como remarcó el cardenal Barreto: “Continuemos con renovado vigor nuestro caminar juntos como Iglesia con rostro amazónico”.