
El pasado 11 de noviembre, en la comunidad La Conde, ubicada en la Parroquia La Belleza, del cantón y provincia de Orellana, se produjo un derrame de petróleo en predios de dos moradores de la comunidad, ambos de la tercera edad. El crudo terminó por impactar el río Napo generando afecciones en varias de las comunidades de la zona, por las cuales fluye su caudal. Semanas atrás se habría producido otro derrame a poco más de 100 metros del actual; la comunidad alega que no se tomaron medidas preventivas en ese momento.
Por: Equipo de Comunicaciones REPAM
Durante la tarde del 11 de noviembre, moradores del centro poblado Cabo Pantoja, en el departamento de Loreto, Amazonía peruana, manifestaban su preocupación por afecciones que se presentarían en el consumo de agua potable de su jurisdicción, debido a un derrame de petróleo en el río Napo; la noticia llegaba desde las comunidades del lado ecuatoriano y se sumaba a la gran cantidad de pronunciamientos (de todo tipo) que se han hecho sobre la extracción de petróleo e hidrocarburos, tanto en Perú como en Ecuador. El contexto parece paradójico; por un lado, el gobierno ecuatoriano tiene pendiente cumplir el mandato popular dado en el referéndum de 2023 en el que se obliga a parar la explotación y clausurar los pozos de extracción en el Parque Nacional Yasuní y por otro, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP 30) que se lleva a cabo en el corazón de la Amazonía tiene como una de sus reflexiones principales la transición energética, contexto que directamente involucra la extracción petrolera.
La situación del río Napo pone en alerta a comunidades y organizaciones que luchan por la defensa de la Amazonía, las fuentes de agua y el equilibrio tan necesario para las garantías de vida en el planeta. Se han conocido versiones de moradores de la cuenca del Napo en las que se afirma que el desastre ocurrió sobre las 5 de la tarde del martes 11 de noviembre, cerca de la ciudad de Coca, en la comunidad La Conde; este sería el segundo derrame del año. La población pese a recibir informaciones por parte de Petroecuador sobre la mitigación del impacto en la zona, mantienen el pedido de acciones contundentes y que de verdad reparen el daño ambiental que se genera.



Pronunciamiento
La Red Eclesial Panamazónica (REPAM) Ecuador ha emitido un pronunciamiento en el que alega indignación y preocupación por lo ocurrido. El documento establece que el derrame no es un hecho aislado, sino una consecuencia “de las décadas de extracción irresponsable de hidrocarburos, falta de mantenimiento en estructuras petroleras y la ausencia de respuestas eficaces e inmediatas por parte del Estado y la empresa extractivista”. A ello, se suman una serie de pedidos entre los que destacan: respuestas inmediatas y transparentes, remediación integral y participación comunitaria, protección de los derechos humanos y colectivos, prevención de futuros daños y justicia ambiental y reparación real.
La REPAM Ecuador cierra su pronunciamiento explícitamente con un “Ya basta” dirigido a gobiernos provinciales y nacionales, empresas extractivistas, sociedad civil, medios de comunicación y comunidad internacional. La información emitida desde la comunidad establece que la situación se agrava y mantiene con mucha preocupación a las comunidades locales, cuyos moradores dependen del río como fuente de alimento, facilitador de quehaceres diarios y transporte. El panorama es desalentador, para dar una cifra a nivel de la región se puede expresar que: desde 2015, luego de la firma del acuerdo de París, en la Amazonía se han abierto más de 950 mil kilómetros cuadrados para la explotación de petróleo y gas, un área más grande que Venezuela.
Conozca el pronunciamiento de REPAM Ecuador: