
Experiencias territoriales amazónicas unen saberes y acciones para defender la Amazonía, enfrentar la crisis climática y fortalecer la soberanía alimentaria.
Del 24 al 26 de abril de 2025 se realizó en Puerto Maldonado (Perú) el IV y último Taller de la Comunidad de Aprendizaje en Justicia Socioambiental y Buen Vivir de la REPAM, bajo el lema “Lo que aprendimos y lo que soñamos”. Este encuentro marcó el cierre de un proceso formativo que, a lo largo de tres talleres anteriores, permitió a las 12 experiencias territoriales de la triple frontera entre Brasil, Perú y Bolivia intercambiar saberes, consolidar redes y profundizar en temas claves como la justicia socioambiental, la soberanía alimentaria, la cultura de la educación ambiental, la salud integral y las economías para la vida.
Objetivo
El objetivo de este cuarto taller fue recoger las lecciones aprendidas, los conocimientos adquiridos y el impacto generado a lo largo del proceso, en el marco del proyecto piloto “JSABV: fortaleciendo caminos de vida y esperanza para el bioma y sus pueblos”, desarrollado en articulación con Cáritas Madre de Dios y Cáritas Pando entre noviembre de 2024 y abril de 2025.
Durante los tres días de trabajo, las y los participantes soñaron y construyeron colectivamente una ruta turística biocultural transfronteriza como uno de los resultados emblemáticos del proceso. Esta iniciativa busca fomentar una cultura de educación ambiental a través de experiencias inmersivas que permitan al visitante comprender y conectar con la sabiduría ancestral, el equilibrio entre naturaleza, cultura y comunidad, y la profundidad espiritual que refleja las prácticas de cuidado en cada territorio. La ruta apuesta por una visión que trasciende el interés económico, priorizando el vínculo con la vida y el Buen Vivir.

Otro de los frutos del proceso fue la consolidación del compromiso colectivo con la Plataforma SABER – REPAM, una herramienta digital colaborativa destinada a identificar, sistematizar y visibilizar experiencias vivas de comunidades panamazónicas que impulsan formas de vida sostenibles, solidarias y en armonía con sus territorios. Esta plataforma, construida de manera participativa, surge del Núcleo Justicia Socioambiental y Buen Vivir de la REPAM, como parte de su apuesta por fortalecer las redes territoriales y aportar desde lo local a los debates globales sobre sostenibilidad, derechos y el cuidado de la Casa Común.
Este taller también permitió reafirmar la necesidad de gestionar nuevos recursos económicos para fortalecer la implementación de la ruta biocultural, promover estrategias comunitarias de reforestación e incidir en la prevención y manejo de incendios forestales con un enfoque cultural y territorial.
Cabe resaltar que durante el proceso de la Comunidad de Aprendizaje, se forjó una rica espiritualidad colectiva, nutrida por la mística de los pueblos amazónicos, que se constituyó en hilo conductor del camino formativo. Este espacio fue también una oportunidad para afirmar que la salud integral, la soberanía alimentaria y las economías comunitarias están en marcha. Y que a pesar de las múltiples amenazas externas, emergen respuestas basadas en la naturaleza que brotan desde la esperanza, la resiliencia, el cuidado mutuo, la dignidad alimentaria y la fuerza de organizaciones locales enraizadas y sostenibles.

Proceso en red
Como REPAM, este proceso en red es también un llamado a sumarse a las luchas por la vida, los derechos y el futuro de la Panamazonía. Nos movilizamos junto a los pueblos que cuidan todas las formas de vida, que defienden el agua como un bien común y denuncian la contaminación por mercurio, la crisis hídrica y el abandono institucional en los territorios fronterizos. Reafirmamos la necesidad de visibilizar las amenazas que enfrentan las fuentes de agua y las comunidades, fortalecer la organización comunitaria y exigir a los Estados y a las empresas su responsabilidad ante estas problemáticas.
Con miras a la Conferencia de las Partes (COP-30) que se celebrará en noviembre en territorio amazónico, hacemos un llamado urgente a reconocer que la protección de la vida es una responsabilidad compartida. Esperamos que este espacio sea una oportunidad para que las voces de las comunidades amazónicas sean escuchadas como propuestas vivas que enfrentan la crisis climática desde la raíz. Inspirados por el llamado del Papa Francisco a cuidar la Casa Común, este trabajo articulado en la triple frontera demuestra que la Amazonía no es un lugar a intervenir, sino una fuente de soluciones construidas desde la espiritualidad, el cuidado colectivo y la justicia territorial. Es urgente escuchar, reconocer y respaldar política y financieramente a quienes cultivan soluciones sostenibles desde el bosque para el planeta.
Desde el Núcleo y esta Comunidad de Aprendizaje, el compromiso es seguir tejiendo redes y articulaciones. Pronto se realizará el lanzamiento formal de la plataforma Saberes Amazónicos por el Buen Vivir y la Justicia Socioambiental (SABER – REPAM), en la cual se presentará en detalle el trabajo de cada una de las doce iniciativas territoriales participantes. Esta herramienta colaborativa estará disponible para el conjunto del territorio panamazónico, con el objetivo de fortalecer el reconocimiento y la articulación de experiencias que, desde su cotidianidad, promueven el Buen Vivir y hacen un llamado urgente por la justicia socioambiental en la Amazonía.
