El Celam agradece a la Vida Consagrada “su testimonio y fidelidad al Evangelio”

Este 2 de febrero, Fiesta de la Presentación del Señor, cuando se celebra la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, el Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), ha dado a conocer un mensaje de agradecimiento y reconocimiento a las consagradas y consagrados de América Latina y el Caribe.

Por  Óscar Elizalde

Valoramos en ellas y en ellos el llamado de Dios a descubrir su presencia en medio de nuestro pueblo, como Iglesia en salida misionera, escuchando el clamor de los más pobres, custodiando la casa común, y tejiendo redes solidarias de fraternidad y sororidad allí donde la vida clama”, afirman los miembros de la Presidencia del Celam, en cabeza de Mons. Jaime Spengler, en su comunicado.

Liderazgo en la evangelización

De manera explícita, los obispos del Celam expresan su gratitud a las consagradas y los consagrados por su generosidad y fidelidad, subrayando que “no se puede comprender el proceso de evangelización de la Iglesia en América Latina y el Caribe sin considerar la Vida Consagrada”.

Además, al referirse al compromiso denodado de quienes han abrazado los consejos evangélicos como forma de vida, se refieren implícitamente al Horizonte Inspirador de la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos (CLAR), referido al ícono evangélico de las ‘mujeres del alba’, para destacar que ellas y ellos “sostienen y abren caminos de fe, esperanza y caridad, desde su pasión por Jesucristo y por la humanidad, como discípulas/os y misioneras/os,  trazando itinerarios de justicia y paz a la luz del Evangelio, sin desanimarse ante las dificultades e, incluso, frente a la persecución”.

La Vida Consagrada, lo sabemos bien, siempre está en marcha y –en este tiempo marcado por la sinodalidad– nos anima a seguir caminando juntos con osadía, alegría y sencillez”, apostilla la Presidencia del Celam, al tiempo que agradece “su testimonio y fidelidad al Evangelio” y ofrece sus oraciones para que continúe “haciendo fecunda su vocación”.

Fuente: ADN Celam