Médico desde el Putumayo: “Sientes rabia e impotencia por no dar al paciente lo que necesita”

 

El doctor Ángel Figueroa, responsable de la MicroRed del Putumayo, zona fronteriza y de muy difícil acceso entre Perú y Colombia, ha escrito una carta al presidente Vizcarra para agotar todas las vías, cansado de hacer requerimientos de insumos y personal que nunca llegan.

Por: Beatriz G. Blasco – CAAAP

Las muestras de isopado en El Estrecho se toman o no en función de las avionetas. “Tenemos que acoplarnos al sistema de vuelos, porque la muestra debe llegar al laboratorio en un máximo de 24 horas”, comenta el médico Ángel Figueroa, gerente de la Microred de salud del Putumayo. Mañana, si no llueve o hay algún contratiempo, utilizará las cinco últimas que tiene disponibles, pues las diez anteriores que le llegaron ya las gastó días atrás, con siete positivos confirmados por COVID-19. Habla desde una de las zonas más aisladas del Perú separa de Iquitos por dos semanas de navegación en lancha y sin ningún tipo de acceso terrestre. Es la frontera con Colombia, a orillas del río Putumayo, donde oficialmente unas 12.000 personas dependen de esta Microred pero, extraoficialmente, son muchas más. “También atendemos pacientes colombianos, que vienen y pagan su consulta, pero en un momento crítico no podemos estar pensando en cobrar, todos son seres humanos, así que se les atiende y punto”, explica.

Una carta rubricada con su nombre nos ha conducido hasta él. Una carta que busca llegar hasta el Palacio de Gobierno, hasta las manos del Presidente Martín Vizcarra, donde expone la realidad de esta zona. “No pretendo exagerar ni alarmar”, se lee. Asegura que las ayudas que llegan son, la mayor parte de las veces, desde otras instituciones diferentes al sector salud. Desde el Vicariato San José del Amazonas, hasta la Subregión o el SERNANP. Incluso es la misma población la que ha donado lo que puede, como el aporte que recibieron días atrás de un grupo de pescadores. “Ellos antes utilizaban balones de oxígeno en la pesca de la arahuana, así que nos han donado dos balones y mañana esperamos mandarlos a Iquitos para que se llenen”, comenta el doctor Figueroa.

Las postas de la zona presentan condiciones muy precarias. Foto: Cedida
Las postas de la zona presentan condiciones muy precarias. Foto: Cedida

Pero, ¿por qué enviar una carta al presidente? Porque siente que ya ha agotado todas las vías, porque se cansan de hacer requerimientos que nunca llegan. “Viendo cómo se estaba sufriendo en otros lugares, lo menos que podíamos hacer nosotros era prepararnos, hubiera querido esperar la pandemia bien preparado, bien implementado, pero ya está aquí y no lo estamos”, lamenta. El médico, que llegó al Putumayo tres años atrás de paseo, junto a un amigo, y vio tanta necesidad que optó por quedarse a trabajar allí confiesa que ver los puestos de salud de las comunidades da pena con “calaminas caídas y techos llenos de murciélagos” y se siente impotente porque “eso es algo indigno para un ser humano, cómo va a ser así si el sistema de salud tiene presupuesto y que ese presupuesto jamás llegue hasta estos lugares…”.

A veces la negatividad le invade y piensa si todo el esfuerzo vale la pena: “Somos un centro de salud 1-3 pero parecemos un hospital. De todo hacemos, solo referimos la parte quirúrgica, en mis manos se han muerto niños, señoras, señores… porque no han podido ser trasladados, tengo rabia e impotencia por todo eso”. Y se pregunta, ¿dónde está la calidad y calidez que toda persona merece?

A continuación, la carta enviada por el médico Ángel Raúl Figueroa Sandoval al presidente Martín Vizcarra.

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