Mons. Jesús González: “Las parroquias de Venezuela, necesitan evangelizadores con espíritu”

El domingo 10 de julio de 2022, en la Parroquia Universitaria “María Trono de la Sabiduría” de la Universidad Católica Andrés Bello, se llevó a cabo la Eucaristía de clausura de la II Asamblea Nacional de Pastoral, presidida por Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo de Cumaná y Presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana.

Por Prensa CEV

La celebración eucarística estuvo concelebrada por el Cardenal Baltazar Porras Cardozo, Arzobispo de Mérida y Administrador Apostólico de Caracas; Mons. Mario Moronta, Obispo de San Cristóbal y Primer Vicepresidente de la CEV; Mons. Mariano José Parra Sandoval, Arzobispo de Coro y Presidente del Consejo Asesor Nacional de Pastoral; y Mons. Ramón Ovidio Pérez Morales, Arzobispo-Obispo de la Diócesis de Los Teques, junto al episcopado venezolano y sacerdotes asambleístas.

Mons. González de Zárate, inició su homilía manifestando su profunda alegría por compartir la Santa Misa en medio de “la pluralidad de los rostros y las experiencias de quienes provenientes de todas las Iglesias particulares de Venezuela, se han reunido para celebrar la II Asamblea Nacional de Pastoral”.

Seguidamente, expresó “en estos días, de diversas maneras y en diversas ocasiones, hemos hablado y oído hablar de conversión: la nuestra personal, la de la vida de nuestras parroquias y comunidades, la del modo de hacer la pastoral. De la conversión la Iglesia y la sociedad”, sin embargo, “para poder hacerlo, debe dejarse transformar profundamente, en su mente (sus criterios) y su corazón (sus afectos), por el Espíritu Santo… Y de allí, que la Iglesia en Venezuela, las parroquias de Venezuela, necesitan “evangelizadores con Espíritu”, puntualizó el Arzobispo de Cumaná.

El Presidente de la CEV pidió no dejar de anunciar que «Jesús es el Evangelio del Padre y que hacia Él convergen todos los caminos del hombre» y afirmó, en sintonía con el Evangelio, que «la parroquia que soñamos para los nuevos tiempos debe ser también samaritana, una posada donde el hombre pueda ser protegido». Además puntualizó la vocación misionera de la Iglesia: «La Iglesia debe ser misionera o no es Iglesia».

Para concluir, Mons. González de Zárate, invitó a encomendar a María Santísima este proceso, para que “ella ayude a profundizar en el mandamiento del amor y en la misión que en el nombre de Jesucristo está llamada la parroquia a realizar en el hoy de nuestra patria.”

Fuente: Conferencia Episcopal Venezolana

12/07/2022