Comunidades afectadas por la minería se reúnen con el Vaticano y entregan sus propuestas

Los peregrinos y peregrinas de la Caravana Latinoamericana de representantes de comunidades afectadas por la minería, que recorre Europa, está en Italia, donde han mantenido diálogos con la vida religiosa y las comisiones de Justicia  y Paz.  El  lunes 28 de marzo, era un  día de mucha expectativa ya que estaba planificado un encuentro con dos instancias del Vaticano: El Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral y  la Comisión Pontificia para América Latina. Ambas, tienen la función y el deber de acompañar y animar la marcha de nuestra iglesia en las áreas sociales, de justicia, derechos humanos, ecología y desarrollo integral.

Los encuentros fueron experiencias valiosas de diálogo y fraternidad. Al finalizar estas reuniones quedan interrogantes y desafíos, muchos sin respuestas concretas, para seguir tejiendo puentes. Nuestra Iglesia Universal necesita escuchar  las voces de martirio, que se viven en la actualidad, enraizadas en un sistema económico, que tiene que cambiar y te tenemos que combatir. Las comunidades afectadas por la minería saben que en las estructuras eclesiales existen espacios y oídos receptivos para recibir sus gritos de dolor y sus esperanzas de un vida digna, con justicia y con respeto a sus decisiones.

Por su parte, los dicasterios visitados saben, que existen comunidades de fe y comunidades en resistencia que enfrentan a los proyectos empresariales que matan, pero que también nos demuestran que es posible otro tipo de economía que sabe convivir en armonía con la naturaleza. En estos tiempos, donde, desde muchos sectores de la Iglesia se impulsa la vivencia de la fe, en la búsqueda de la Ecología Integral, es urgente poner en el centro los testimonios y los pedidos de quienes son masacrados  por el capital, por la desigualdad y el crimen, a manos de empresas extractivas y estados.  La promesa de la Laudato Si, solo será posible con justicia, con reparación y con detener la maquina arrolladora de la economía en la que vivimos. El padre Juan Carlos Osorio, parte de la Caravana y director de la Pastoral Social de Caldas, en Colombia, ya lo decía “La búsqueda de la Ecología Integral debe ser política, la fe es política, debe incidir, ahí donde está clamando la vida, interviniendo en los espacios, donde se está jugando la vida de las comunidades”.

Dando continuidad a diálogos que se mantienen con las comunidades afectadas a la minería y la iglesia que las acompaña desde el 2015,  la Caravana por la Ecología Integral presentó al Vaticano a través de estos dos organismos, las siguientes propuestas:

  • Apoyar y promover acciones concretas para enfrentar el modelo extractivista que afecta sistemáticamente a miles de personas en el mundo y a la madre naturaleza. Y por ello, incentivar las campañas de Desinversión en Minería como una actividad promovida por la Plataforma de Acción Laudato Si, como una respuesta concreta desde nuestras organizaciones de fe y a la coherencia ética.
  • Pedimos a la Santa Sede, seguir participando activa y proféticamente en las discusiones para la aprobación del Tratado Vinculante sobre Empresas y Derechos Humanos y el debate sobre la Diligencia Debida. Las Iglesias son voces audaces y valientes, para exigir la responsabilidad de las empresas desde los sistemas jurídicos internacionales que demandan responsabilidades por sus violaciones de los derechos humanos y medioambientales, la no repetición y reparación de las violaciones de derechos ocasionados por empresas megamineras criminales. Creemos en estos espacios como instancias fundamentales para asegurar la justicia con las víctimas, sin legitimar una acción menos violenta pero que sigue alimentando intereses económicos que prevalecen sobre el bien común y la vida (cf. LS 54).
  • Animar a las iglesias locales y a los agentes pastorales para apoyar los procesos sociales que favorecen el respeto a la libre determinación de las comunidades, nacionalidades y pueblos a decidir su futuro, de forma libre e informada, incluso acompañar iniciativas de garantizar ‘’áreas libres de minería” en concordancia con los procesos de resistencia de los territorios y con aparatos jurídicos como la Convención 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
  • Organizar desde el Dicasterio para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, en el marco de la Plataforma de Acción Laudato Si, un seminario invitando a los afectados por la minería para que desde sus voces de dolor y sus anhelos pensemos, repensemos como Iglesia este sistema.
  • Visibilizar, reconocer y acompañar las alternativas que emprenden las comunidades y organizaciones que resisten a la minería, muchas de ellas apoyadas por la Iglesia y que construyen nuevas formas de vida y de economía. Atendiendo el fuerte llamado de América Latina presente en el “Manifiesto Frente a una economía de muerte construyamos una economía samaritana”, que fue firmado por más de 200 organizaciones de fe.

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La Caravana, después de estar en Alemania y Bélgica, tiene previsto continuar reuniones con organismos eclesiales y religiosos en Roma y luego partirá a Austria. Finalizará en España el 6 de abril.

Fuente: Iglesias y Minería