Mauricio López: “El ritmo de la Iglesia en América Latina tiene el sello de Querida Amazonía”

Mauricio López con el papa Francisco – Foto: Vatican Media

Como “un proceso que continúa”, así ve Mauricio López los pasos dados a partir de la publicación de Querida Amazonía, la exhortación postsinodal de un Sínodo en el que el actual coordinador del Centro de Redes y Acción Pastoral del Celam, participó de manera muy activa, en su condición de Secretario Ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM).

Por Luis Miguel Modino

La gran novedad de este proceso está en “la irrupción de un nuevo sujeto eclesiológico desde los pueblos, comunidades y la Iglesia encarnada en la Amazonía”, un elemento que, en palabras de Mauricio López, “sigue avanzando y dando vida a toda la Iglesia y a ese territorio”. Por encima de solamente un documento inspirador, el auditor sinodal destaca que “Querida Amazonía ha acogido, afirmado y abrazado un programa”. Y por encima de todo coloca que “esta periferia que irrumpió en el centro para ayudar, para iluminar, sigue avanzando con este programa”.

Para Mauricio, “hay mucha vida en movimiento en la Amazonía, independiente de la terrible situación de pandemia que sigue golpeando, sobre todo, a los pueblos más vulnerables y que refleja justamente la urgencia de nuevos caminos para la Iglesia y para una ecología integral”. En ese contexto de pandemia, insiste que “nos damos cuenta que se sigue avanzando en una necesidad imperante e irrenunciable de transformar la dinámica eclesial, de seguir tejiendo la conversión pastoral”. Por eso destaca el papel del papa Francisco, como alguien que “intuye, abraza la historia de un camino andado, la afirma en el momento de renovación eclesial y la proyecta para adelante”.

Asamblea Territorio en preparación al Sínodo – Foto: REPAM Perú
Un proceso que sigue vivo

Desde ahí, Mauricio López destaca que, “en este sentido vemos realmente que el proceso sigue vivo, que ha sido absolutamente determinante en la respuesta mucho más profunda, más testimonial, profética, eficaz y acuerpada de la Iglesia en medio de esta pandemia y con absoluta mirada a seguir tejiendo esta conversión junto con la Iglesia regional y con la Iglesia universal”.

Al hablar sobre los logros concretos, enumera algunos: “primero, la apropiación que muchas comunidades, pueblos, organizaciones e instancias eclesiales han hecho del proceso”. Desde ahí, define Querida Amazonía como “una carta de amor del Papa para afirmar que sus propuestas y sus voces son relevantes y en muchos sitios se sigue reflexionando, asumiendo, incorporando, algunas de las grandes novedades como propuestas pastorales que desde Querida Amazonía se plantea”.

CEAMA: fruto directo del Sínodo

En segundo lugar, la creación de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, la CEAMA, “que es un fruto directo de esta experiencia del Sínodo y afirmado por la Exhortación Apostólica, es ahora el instrumento habilitante, en construcción, pero ya con aprobación canónica ad experimentum por el Papa Francisco, para poder asegurar que, en clave estructural, con mirada de largo plazo y con perspectiva territorial-regional y plenamente eclesial, se siga avanzando en estos procesos”.

El Cardenal Claudio Hummes, presidente de la Conferencia Eclesial de la Amazonía, CEAMA, afirmó que en 2022 estará marcado por la sinodalidad.

En el proceso de andamiento de la CEAMA, destaca que “se están creando comisiones, grupos de trabajo, que ya desde hace un tiempo atrás y algunas de ellas han venido ya articulando sus reflexiones, definiendo un camino para andar y en el momento presente, se sigue impulsando con una planificación pastoral que se está haciendo para la CEAMA”. Todo ello enfocado “en algunas de las temáticas más urgentes: el tema de la ministerialidad, el tema de la formación para esa ministerialidad, los ministerios femeninos, los aspectos de la espiritualidad inculturada, algunas temáticas asociadas a la ecología integral, al cuidado de la casa común, temas también asociados con ámbitos de comunicación, defensa de los pueblos, derechos humanos, y luego, sobre todo, otros elementos habilitantes cómo son la creación del rito amazónico, los diaconados permanentes, etc”.

Mayor articulación

La otra gran novedad, en palabras de Mauricio López, son las “muchas de las instancias que ya estaban articuladas alrededor de procesos transformadores eclesiales en este territorio, tanto eclesiales como no”. Ahí destaca la REPAM, “que tuvo un rol absolutamente determinante en la escucha y en la preparación del Sínodo Amazónico, que condujo a Querida Amazonía”. Junto con ella, la CLAR, el CELAM, las Caritas de América Latina, y muchas de las alianzas que se están estableciendo en materia también de articulación con los pueblos originarios, como el Foro Social Panamazónico, como la Alianza Mundial por la Amazonía. Son instancias que “recibieron un fuerte impulso de esta Exhortación Apostólica para reafirmar sus causas, sus cauces, sus procesos, sus agendas”, reafirma Mauricio.

En su reflexión destaca que “la amplitud de mirada de Querida Amazonía, logró asumir los llamados desde el territorio, pero perfilar con la mano valiente y clarividente del Papa Francisco, el empuje hacia el futuro porque los cambios son necesarios ahora, progresivamente, pero ahora”. Todo ello sucede “en clave de Iglesia, en un ritmo pausado pero concreto, visible y evidente”. En materia de ecología integral se reafirman “cambios que necesitan ser hechos ya ante la enorme crisis ambiental que estamos viviendo”.

Reorientar la misión

Para Mauricio López, “hemos visto cómo han discernido todas estas instancias a partir de Querida Amazonía para reorientar sus misiones, reafirmar sus misiones, afirmar más las causas de incidencia política y seguir produciendo transformaciones que durante la pandemia como ya expresada, ahora están teniendo todavía mayor relevancia”. Por eso no duda en decir abiertamente que “si no hubiéramos tenido la Asamblea del Sínodo Amazónico, el proceso de escucha y la Exhortación Apostólica, estoy absolutamente seguro que la respuesta de la Iglesia en articulación con la sociedad y las comunidades frente a la pandemia hubiera sido mucho más frágil, más fragmentada, menos decidida”.

Eso no quiere decir que no haya sido insuficiente, pues “siguen siendo crucificados hermanos y hermanas que viven en ese territorio, asesinados por defender la vida, perseguidos, criminalizados; la deforestación ha crecido de manera implacable durante la pandemia, pero la fuerza de los procesos se ha visto también revestida de la presencia del Espíritu Santo, gracias a esta Exhortación Postsinodal que cumple 2 años de vida”.

Querida Amazonía base de la reestructuración del Celam

Hablando de cambios específicos a nivel latinoamericano y caribeño, desde su papel en el CELAM y su participación destacada en todo el proceso de la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, tanto en la escucha, la sistematización de las voces, como la metodología, enfatiza que “toda la dinámica de renovación y reestructura del CELAM, la que fue aprobada ya para los siguientes años, viene explícitamente inspirada en los cuatro sueños pastorales del Papa en Querída Amazonía, cuatro sueños que vienen del pueblo de Dios, que reflejan la vida, la esperanza y sus dolores, pero que son asumidos por el Papa, sueño social, sueño cultural, sueño ecológico y sueño eclesial”.

Junto con eso destaca que “muchos de los dinamismos pastorales que se están ahora construyendo, articulando a partir de redes, plataformas, con una visión mucho más amplia y una visión ministerial, una visión también de conversión integral, tiene la huella y la trama directa de Querida Amazonía”. Algo también presente en la Asamblea Eclesial, “el modo de escucha, el modo metodológico de preparación, la gran participación del pueblo de Dios, la visión eclesial, no solo episcopal, y la presencia de la periferia, de los improbables en el proceso”. Todo eso es “fruto del camino hecho con el Papa Francisco en la Amazonía y que se volvieron instrumento vivo, no solo de papel sino de vida que transforma gracias a la Exhortación Querida Amazonía”.

Reconociendo que hay mucho camino por andar, se queda con que “el ritmo de la Iglesia en la Amazonía, el ritmo de la Iglesia en América Latina y creo que la influencia en algunos aspectos de la Iglesia universal, tienen el sello de este proceso, tienen el sello de Querida Amazonía y tienen la huella viva este pueblo de Dios en camino, de los pueblos y comunidades indígenas, campesinos y de las iglesias y de los miembros de la Iglesia encarnada en este territorio”.