Vida Consagrada en Bolivia condena la violencia, pide que pare la persecución política y exige se repete el Estado de derecho

La Vida Religiosa dio a conocer su Mensaje al finalizar la XXXVII de la Conferencia Boliviana de Religiosas y Religiosos, en el que manifiestan su preocupación y condenan la violencia, “venga de donde venga, peor cuando hay abuso del poder”, así mismo piden que pare la violencia y toda persecución política y exigen que se respete el Estado de derecho.

Por Prensa CEB

De igual manera invitan a los religiosos y religiosas a “esperar contra toda esperanza”, comprometerse más con el cuidado de la Casa Común, trabajar por los aspectos de la sociedad, apoyando iniciativas que promueven la reforma judicial.
También se comprometen a promover y defender la vida en todos sus sentidos y seguir trabajando por la paz, siendo promotores del diálogo abierto y sincero, caminando juntos en Sinodalidad.

Mensaje Conferencia Boliviana de Religiosas y Religiosos


Estimadas hermanas y hermanos:
Desde la XXXVII Asamblea de la Vida Religiosa les hacemos llegar nuestra palabra de Esperanza y compromiso.
La realidad en la que nos encontramos, es un clamor que nos urge atender, y nos invita a caminar sin mantenernos al margen, si no dejarnos interpelar.
Es importante dar pasos concretos y determinados y tener la osadía de Esperar contra toda esperanza y caminar hacia el alba y acoger la aurora, como las mujeres del alba que, en su afán de buscar a Jesús Muerto, encuentran al Resucitado, son ellas que nos acompañaron en esta Asamblea.
La Vida Religiosa al tener un encuentro profundo con el Señor Resucitado nos lleva a levantar con fuerza nuestra voz profética, eliminando todo temor y miedo; mirando las amenazas y oscuridades que llevarían a paralizarnos con la Confianza que nos da nuestro ser Hijos de Dios
Desde la “Laudato Si”, el Papa Francisco nos invita a cambiar nuestro modo de cuidar nuestra casa común, llamándonos a la responsabilidad, asumiendo acciones concretas para frenar el calentamiento global y los daños irreversibles. Comprendemos con mucha claridad que hoy hay unas alternativas muy esperanzadoras que son el motor de un nuevo despertar.
Además, nos encontramos en un contexto de Sinodalidad, que nos lleva a tener una reflexión como vida consagrada, a mirar nuestras acciones y promover ese proceso de caminar juntos. Construir estas actitudes en las comunidades y campos apostólicos, dando testimonio a nuestras autoridades, obispos, párrocos, con los que caminamos juntos.
Queremos asumir el desafío de trabajar para mejorar algunos aspectos en la misma sociedad. Apoyando la iniciativa de la Fundación Jubileo y de las otras instituciones aliadas, para promover una Reforma judicial, involucrándonos en la defensa y demanda de la justicia y sus urgentes reformas.
Tampoco queremos estar ausentes ante el desafío de la Trata y Tráfico de personas, que hoy están en nuestra misma vida religiosa. Esta realidad surca la tranquilidad de la noche, por lo que nos comprometemos a promover y defender la vida en todos sus sentidos.
Nos comprometemos a seguir trabajando por la paz y ser promotores del diálogo abierto y sincero, mirando a las personas y su dignidad.
Que la tolerancia en una sociedad pluralista se convierta en un gran aporte de avance y de construcción de la vida digna. Nos sentimos preocupados y condenamos la violencia, venga de donde venga, peor cuando hay abuso del poder, porque los que deben de respetar la paz del ciudadano, nos traen intranquilidades. Pedimos que pare la violencia y toda persecución política, que en los últimos días está paralizando todo un departamento en nuestra querida Bolivia.
Exigimos que se respete el Estado de derecho y que la sociedad se sienta con las garantías para trabajar, movilizarse y aportar con dignidad.
Nosotros que estamos unidas/os al Señor resucitado estamos aquí presentes para acompañar a nuestra iglesia y al pueblo de Dios; queremos ser un instrumento del Señor con sencillez y humildad y siempre en ese espíritu de Sinodalidad.
Siempre unidos en la oración.

Fuente: Conferencia Episcopal Boliviana